viernes, 16 de enero de 2009

Muuuuucho frío. Por eso no me ha sentado nada bien tener que ir a hacerme un análisis de sangre esta mañana alas 8.30, sin tomarme un té calentito nada más levantarme. Aún así, mi optimismo, algo congelado, también se ha despertado conmigo.

Después de la visita al médico, los dos, mi optimismo y yo, hemos desayunado por todo lo alto tostadas con mermelada de frambuesa y zumo de naranja mientras veíamos unos capítulos de una colección de Hanna-Barbera.

Más tarde hemos hecho una lista con la cantidad de cosas que vamos a hacer juntos este fin de semana.

2 comentarios:

penelopechain dijo...

claro que sí, don optimismo es un buen compañero para planear cosas!!

A dijo...

Vaya, espero que tu análisis no sea por nada malo.

Despertarse al lado del señor optimismo es lo mejor. Grápatelo al jersey, que a veces se va corriendo por los sitios y se olvida de las personas que le quieren.