viernes, 9 de enero de 2009

Anoche llegué a casa con unas nuevas bonitas cicatrices.

Nada que ver con esas graciosas cicatrices que tengo en las rodillas y que me recuerdan a cuando era niña y me caía siempre, y por supuesto nada que ver con una horrible que tengo en un costado y que me da vergüenza que me vean.

Estas nuevas bonitas cicatrices, en cambio, son de las que gusta enseñar. El problema es que las llevo dentro.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ais... ¡yo quiero uno! Dile a Dani que me guarde uno, que yo se lo quiero comprar... :D


Cris