Debes confiar más en ti misma...

Si coincidimos en el supermercado, ése es el día mejor del calendario

Mi primer sueldo serio, y las primeras compras para el recuerdo.

The thoughts of Mary Jane

Ayer por la tarde quedé con Elisa,después del trabajo. Hacía un montón que no nos veíamos y no nos poníamos al día con nuestras tonterías. Fuimos al café de siempre, uno al que le tenemos especial cariño aunque no sabemos si es nuestro café favorito. Dejémoslo en que es aquel en el que acabamos la gran mayoría de las veces que quedamos las dos solas.

Un par de cañas, bastantes cigarros y largas conversaciones sobre nada, y sobre todo. Nos reimos un montón y el tiempo se nos pasó volando. Elisa es amor. Siempre me dice que estoy guapísima aunque yo tenga mis dudas (debes confiar más en ti misma), y se alegra un montón si le cuento que todo me va bien, y que estoy muy contenta ahora.

Son las 4 de la tarde y parece que la sensación de verano se acentúa un poco a estas horas. Hemos comido fuera y el sol pega bastante. Me conformaba con ir a la playa, la que sea, darme un baño y volver a la oficina con esa sensación de salitre en el cuerpo. Habrá que esperar. Las cosas a su tiempo.

Preparo una presentación y no sé cuantas cosas más que tengo que tener para la semana que viene. Escucho la música del ordenador de mi amigo y compañero de en frente, que casulamente es un disco que le he grabado yo. Ahora suena Cuchillo. Suelo grabarle discos de vez en cuando, me gusta mucho hacerlo, porque me lo agradece con esa cara de no saber qué decir y de darle un poco de vergüenza que le hagan regalos aunque sean tan simples como unos cuantos discos grabados.

Yo pongo una cara de tonta increíble cuando me mandan mails o mensajes que dicen cosas bonitas. Esta mañana me ha pasado un par de veces.

Esta mañana en la parada del autobús un chico me recuerda a alguien que no conozco. Mi acompañante ha sido Richard Hawley y el viaje a ninguna parte.

El infierno son los otros

He estado en cama dos días con fiebre y vómitos. Creo que he caído en la garras de un virus, aunque los virus no tengan garras, es igual. Por suerte hoy estoy mejor y podré tomar el sol y esperar a que me salgan más pecas.

Ayer fui a trabajar malísima, con tiritona por la fiebre y sueño porque apenas pude dormir debido al dolor. Fue absurdo ir. La mayoría de los compañeros se habían cogido el puente (el jueves en Madrid fue fiesta) y el viernes sólo fuimos a la oficina Laura, mi jefa y yo. Estuve las 6 horas mirando el reloj y deseando que llegara la hora de salir y volver casa, ponerme el pijama, y pasar en la cama el resto del día.

Hoy estoy mejor, aunque mi estómago todavía está algo resentido. Lo único bueno es que me he librado de una cena esta noche a la que no me apetecía ir.

Sólo me apetece tomar el sol y abrazarte. God only knows what I'd be without you.

El porqué de mis peinados

Debido a la relación poco amistosa que mantengo con mi pelo, este fin de semana me he cortado el flequillo. Ahora luzco un flequillo diminuto (voy a cortar un poquito más...) que me hace cara de tonta.

Esta mañana de camino al trabajo escuchaba a Toquinho en mi viaje en metro y autobus. Me han entrado ganas de irme a Brasil, o simplemente a una playa española. De repente, me han venido a la cabeza imágenes del verano. He llegado a la oficina con la calma, en parte por la música, y en parte porque nadie llega antes de las 9.15, y ya no quiero ser más la primera, que tiene que dar las luces y desactivar la alarma. Además, como no hago nada en la oficina, al llegar un poco más tarde el día se pasará más rápido. Espero.

Tengo un blog, un flickr, una cuenta en facebook y otra en last.fm. Tengo cara de sueño. Tengo una rozadura por culpa de estos zapatos, y un poco dolor de cabeza. Tengo una llamada pérdida en el móvil y un mensaje de Buenos Días. Tengo un tupper con acelgas y 2 mandarinas para comer hoy.

L'amour l'après-midi

Viernes.

Esta mañana he probado con el choclate de la máquina de café de la oficina, y la verdad es que es mejor opción. El té verde de ayer por la tarde también fue una gran idea. No creo que le vuelva a dar ninguna oportunidad a ese café.

Llevo una semana bastante tranquila pero tengo ganas de que llegue el fin de semana. Hace tiempo que había perdido esa sensación de "por fin es viernes", y parece que hoy la he recuperado. Debe ser por este cielo soleado que se ve desde la ventana de la oficina, o porque hoy salgo a las 3.

Viernes soleado. El amor me espera después del mediodía.

Dani insiste en que no descuide este blog, que parece que le gusta. Que le guste a Dani me importa. Dani pertenece a ese grupo de personas bonitas con las que compartir las tardes. Que a Raúl, Cris, Alfred y David les guste leerlo me encanta, y sobre todo recibir sus mensajes me pone muy contenta.

Escribir en este blog lo necesito. Escribiendo aquí me desahogo diciendo cosas que no tienen destinatario concreto, y a menudo sin sentido, pero que no deben quedarse dento.

Cosas sin importancia importantes en mi vida. Como que en la oficina todo marcha bien pero el café de la máquina está muy malo.

Si, si. Probando...

Escribo desde el ordenador de mi puesto de trabajo. Sí, por fin estoy aquí. Este es mi segundo día. Estoy muy contenta. Parece que por fin estoy teniendo un poco de suerte. De momento esta semana es de relax y adaptación, según me han dicho, pero que tienen mucho trabajo para mi y muy bonito.

Laura, Maite y Beñat, compañeros y amigos de la facultad que trabajan aquí me están ayudando mucho, y se lo agradezco mucho, no es fácil ser el nuevo. Al ser una oficina pequeña parece que se lleva mejor.

Tengo una mesa genial, la mejor por lo visto. Es una mesa grande que tiene mucha luz. Está un poco triste de momento, la mesa de los nuevos al principio suele tener ese aspecto. Algo tendré que hacer.